8.9.08

“Traidores a la patria”

Ese fue el caso de “Buenas Nuevas pa` mi pueblo”. La canción nació en el fragor de los últimos años de los 70´s, con todo el pueblo y sus organizaciones trabajando por un proyecto que tuviera en cuenta a los y las pobres de la tierra, como era la voluntad y preferencia de Dios. Gilmer la había hecho leyendo a los profetas.
Las comunidades religiosas son el mejor medio para difundir las canciones. Algunas hermanitas y hermanitos de las comunidades religiosas suelen ser cambiados de sus comunidades de trabajo, en muchos casos, como tarjetas de navidad, cada año, van de un lugar a otro, y están en tantos lugares y países como sea el tamaño y antigüedad de la congregación. Así, religiosas amigas se llevaron el casetito con la bendita canción a Chile. 
En el Chile de esos años, Pinochet es la máxima autoridad sin dudas ni murmuraciones. A sangre y fuego mantiene a la población callada en sus reclamos y protestas. De pronto, algunas comunidades cristianas comienzan a cantar en sus celebraciones “Caerán los que oprimían la esperanza de mi pueblo…” (primer verso de “Buenas Nuevas…”)

Los chicos y las chicas hacen suyo el canto porque representa sus propias convicciones. Del templo a la calle, se juntan en las esquinas para cantarla a voz en cuello. Alterar el orden público tiene sanción severa, peor aún, está prohibido reunirse, por ello en cuanto comienzan las primeras notas de la canción en seguida son perseguidos por los carabineros. El grupito sale disparado en distintas direcciones a reunirse en los siguientes lugares acordados previamente para reiniciar con el canto.

Muchas esquinas, muchos jóvenes, muchos días, semanas cantando “Caerán los que oprimían…” hasta que el gobierno decide actuar con firmeza y decisión. Declara traidor a la patria al autor de la canción. Así pretende intimidar para evitar que se sigan haciendo canciones “de protesta” y de paso aplicar la pena máxima, la muerte, al autor de tamaña ofensa al régimen. Es claro que de nada sirvió; por el contrario fue una propaganda buena que hizo todavía más conocida la canción.

La Ministra de Educación de ese entonces, promotora de esa disposición, iba a misa todos los domingos pero la misa no iba con ella.