El frío de las cinco de la mañana, con la llovizna fuerte y
el otoño en marcha era la bienvenida que Lima nos había preparado al regresar
de nuestra gira europea 2012. Veníamos
con el corazón caliente como para capear el temporal porque habíamos tenido
encuentros demasiado buenos, intensos y
con la satisfacción de la tarea cumplida con las comunidades y grupos que nos
tocó compartir.
La gran novedad en éstas tres semanas europeas fue Polonia:
Wroslaw y Cracovia, una realidad nueva, desconocida para nosotros y que nos
llenó de amistad, alegría y calor. Como
siempre, el idioma no fue problema en los conciertos por la caridad de amigos
que siempre pensaron en una persona encargada de la traducción, así que la música
y las canciones hicieron su tarea, terminamos hermanados, unidos en fe, en
propósitos comunes, en los ojos abiertos a la novedad, a la gratuidad. Dos
conciertos muy emotivos, cargados de fe, de comunión, de alegría. Muchos polacos y polacas estaban extrañados
por estos “civiles” que podían hablar de Dios de esa manera, por lo que
contábamos del Perú, por lo que compartíamos sobre las comunidades
cristianas. Hubo tiempo, además, de
tener encuentros y celebraciones con diferentes grupos y comunidades con
quienes nos nutrimos mutuamente.
Impresiona en Polonia su historia y la memoria presente en
las personas. Un país que recién en los
40´s recuperó su independencia luego de ser anexado todo el tiempo por sus
vecinos. Impresiona el rol de la Iglesia
Católica para mantener la memoria, la unidad y ser el punto de resistencia
frente a las invasiones. Por eso la
tremenda autoridad que tiene, por eso también la cantidad de jóvenes
interesados e interesadas en seguir al pobre de Nazareth desde la vida
religiosa.
Y si hasta ahora habíamos aprendido a reconocer algunos
sonidos y palabras en las otras lenguas europeas (las del oeste), ahora sí que
estábamos en desamparo total, el polaco es una de las lenguas eslavas del
centro de Asia con la que nada nos une (con la raíz latina), hagan la prueba de
leer este nombre: Jedrzychowice. Además Cracovia es la ciudad de Juan Pablo II, recorrer los
lugares por donde anduvo, donde formó su vocación, donde ejerció su ministerio,
en fin, muchas cosas en la ciudad nos lo recordaban y en la memoria del pueblo
polaco está más que presente.
Antes habíamos estado en Suiza y Alemania compartiendo
conciertos y presentaciones y acciones tal como lo hacemos en nuestra
tierra. Un concierto de lo más lindo con
el coro latinoamericano de Friburgo para recaudar fondos para una comunidad en
Huanta destrozada por las lluvias y el huayco del verano, la noche fue
sencillamente espectacular. El coro
formado por alemanes y alemanas que le cogieron el swing a la música
latinoamericana y lo hacen con hermosura y sencillez, ellos se encargaron de la
primera parte y nosotros de la segunda, por generosidad suya terminamos
cantando juntos una canción del grupo que la tienen incorporada en su
repertorio. Una pena no tener el registro visual de ello porque fue muy lindo,
queda en las retinas y los corazones de quienes gozaron la noche. Por supuesto
que la generosidad de los asistentes no se hizo esperar y aportaron a esta
causa que la dirige el párroco huantino.
Fue una alegría enorme el volver a encontrarnos con grupos
de solidaridad con el Perú, todo el trabajo que hacen para que la justicia y la
paz se vayan construyendo en nuestro país. Informados y preocupados por la
situación de la minería, con acciones para sensibilizar a sus paisanos sobre la
problemática nacional. La fiesta de la
Partnerschaft por los 25 años del hermanamiento de la Diócesis de Friburgo y la
gran fiesta de la Iglesia Católica alemana –el Katholikentag- nos permitieron
encontrarnos con personas de buena voluntad que a partir de su fe van construyendo
iglesia, van construyendo pueblo. Gente
que quiere comprometer su vida en la causa de la gente a partir de su fe.
Tuvimos tiempo de ver algunas cosas y compararlas con
nuestra realidad y quedarnos alelados con lo que encontramos. Resulta que en el Perú son más caros varios
de los electrodomésticos y aparatos electrónicos. Pagamos por la gasolina casi lo mismo que los
suizos –que es el país más caro de europa-, que alquilar un departamento en
Lima puede ser más caro que en alguna ciudad alemana y por supuesto mucho más
que en Polonia…, en fin, parece que llegamos al primer mundo a nivel de
precios, solamente nos falta un detalle, un trabajador o trabajadora de estos
países gana 4, 5, 8 veces más que un sufrido connacional. ¿Cómo se explica esto? y lo principal, ¿cómo
lo permiten nuestros gobiernos? La
comunicación es harto más barata (TV, TF, y el Internet que es muchísimo más
rápido que lo que los chapetones nos venden por acá).
Estuvimos en Francia un día antes del triunfo de Hollande,
hay cansancio con el modelo y la economía neoliberal, hay también esperanza que
las cosas puedan ser diferentes, ojalá no le ocurra lo mismo que a nuestro
presidente, que rápidamente se dejó ¿secuestrar, comprar? por los poderes
fácticos de siempre y olvidó todo su programa.
A ver si el presidente se mira un poquito en lo que va pasando en el
mundo donde ya se siente el cansancio de un modelo que solo produce pobreza y
exclusión y en varios países se va mirando hacia modelos alternativos. Que no esperemos que eso se instale en el
mundo para recién hacerlo acá cuando todo ya esté perdido y la violencia y los
violentistas tengan habilitado su terreno.
Esta gira fue diferente por muchas cosas, en el Grupo
Siembra estamos viviendo un tiempo especial, son 33 años y no hemos querido
dejarlos pasar así nomás. Para nosotros
es el tiempo de la plenitud de la vida, de la esperanza, de la fe, porque así
nos lo mostró el moreno de Nazareth. Por
eso lo vivimos pensando en la Pascua que estamos atravesando, dedicados a
realizarnos plenamente en el servicio que brindamos a nuestra comunidad, a
nuestro pueblo intentado ser cada vez más y más cercanos con los y las
preferidas del Dios que nos ama: los pobres.
Y así lo vivimos, los tres que conformamos ahora el grupo,
recibiendo los halagos y el cariño que se regala a los artistas, y la gratitud
por el trabajo, el mensaje y el testimonio que compartimos en cada
concierto. Cuando las luces se apagaban
teníamos el tiempo suficiente para reunirnos y saborear la jornada, agradecer
al Dios que nos había convocado y preguntándonos el por qué de tanta
generosidad suya para con nosotros. Sin tener las respuestas disfrutábamos el
sentirnos, por momentos, cerquita de su corazón: en el concierto en el hospital
de Saaarbrucken donde contamos con un invitado especial, en el Marianschule, en
la catedral, en la Basílica de San Francisco.
Espacios de gratuidad pura, de cercanía, de presencia de Dios.
Como siempre, es un riesgo decir nombres porque siempre nos
falta alguno, pero a todos los amigos y amigas que hicieron posible esta gira
va nuestra gratitud enorme, sincera, sin fin.
¡Gracias por permitirnos ser parte de un trocito de sus vidas!