Si bien no vimos físicamente a la nube de cenizas, la sentimos en todos lados, ¡era el tema de conversación!. Europa estaba desconcertada, ¡no poder viajar en avión, qué desconsuelo! Nosotros debíamos estar el 17 de Abril a las 10:00 hrs. en Colonia - Alemania para participar en un evento convocado por una institución dedicada a la conservación del medio ambiente cuando la naturaleza nos recordó que ella también tiene sus dinámicas propias y por tanto debíamos esperar a que ella se calmara, que a pesar de todos nuestros adelantos y soberbias de civilización occidental y cristiana aún pertenecemos a la tierra, no es ella la que nos pertenece.
Y que somos pequeñitos y pequeñitas, y que le debemos respeto, que le debemos cariño y no agresiones como para andar petulantes haciéndole el daño que le hacemos a nuestra Pachamama. Razón tenían nuestros mayores para aprender a vivir armoniosamente con ella. ¿Por qué no escucharemos un poco más a los Q'eros del Ausangate?
Y es que parece que toda la parafernalia cibernética y electrónica no nos sirve de nada cuando a la tierra se le ocurre estornudar o emitir algún chanchito por alguna parte del planeta, o cuando cansada del abuso y la depredación a la que tenemos sometida nos quiere recordar que ella también es creación del mismo autor que nos hizo a los seres humanos y que por tanto tiene una dignidad que merece ser reconocida. Parece que hemos interpretado mal aquello de: "sometan la tierra", ya es tiempo que volvamos la mirada a quienes aprendieron a convivir con la naturaleza sin los "sometimientos" que ahora realizamos.
¿Por qué nuestras autoridades, tan gustosas de aparecer piadosas en los templos no querrán escuchar la voz de la tierra? En nuestra patria casi es un pecado pedir a los inversionistas - "los nuevos dioses del mercado" - que respeten a la tierra. ¡Atrévase a decirle esto a un empresario minero!. Tamaña ofensa merece cárcel, por eso se ha criminalizado la protesta, por eso la policía tiene autorización de disparar a matar sin tener consecuencias criminales por ello. Dicen que es para cuidar el orden en el país, ¿y cuándo cuidarán el orden y la armonía con la naturaleza?
Hasta hace unos años era enternecedor hacer la peregrinación al Santuario del Señor de Qoyllorritty, (estrella de nieve) en el nevado del Sinak'ara, miles de peregrinos enfrentando el frío, la cuesta y la nieve para encontrarse con su Dios hecho montaña, hecho piedra, hecho nieve. Peregrinos venidos de todas partes trepando la montaña de manera solidaria para vivir unos días en medio de las montañas en fraternidad con su Dios. El Santuario está, pero la estrella de nieve está cada vez más lejos, quizá dentro de poco tendremos que cambiarle de nombre a nuestro patrón, porque ya no hay nieve, se está derritiendo, de hecho el santuario ya no tiene nieve, la poca que queda hay que buscarla trepando más arriba todavía, por encima de los 5,500 metros. Parece que las emisiones del CO2 nos alejan a nuestro Dios en las nieves.
La gente de la ONU piensa que en el 2025 nos quedaremos sin agua dulce en el Perú, y así como nosotros en otras partes del planeta, en los países pobres, tendremos las sequías o lluvias en extremo que nos impedirán tener los alimentos porque ya no será posible saber cómo reacciona la naturaleza por todo el mal que le estamos haciendo. Y dicen estos expertos que unos 200 millones de inmigrantes buscarán otras tierras, porque saldrán huyendo de los efectos generados por los cambios del clima. Cuándo aprenderán los ricos y sus empleados que el dinero no se come, quizá estén esperando para darse cuenta de ello - como decía ese jefe indio - de terminar de talar de último árbol y pescar el último pez para llevarse el chasco al intentar morder las monedas o los billetes.
De éstas y otras cosas estuvo llena nuestra gira 2010, rezamos junto con muchas personas, de nuestro credo y de otros credos, para que cada ser humano pudiera tener un lugar donde vivir y desarrollarse dignamente, en armonía con Dios, con la naturaleza, con sus vecinos y vecinas. Nos encontramos con sindicalistas de Mercedes Benz y Basf en Mannheim, con teólogos en Riehen y con jóvenes en Sanckt Gallen en un Foro Social organizado por ellos y ellas donde querían pensar en común sobre una cosa que nos es común: nuestro planeta. 2,000 jóvenes de todos los colores y tendencias decididos a darle un curso diferente a sus vidas, comprometidos y comprometidas con el destino de la humanidad.
La solidaridad estuvo presente en cada momento de la gira, grupos de solidaridad con poblaciones y organizaciones en el Perú, en otros países de la Patria Grande, voluntarios con ganas de donar una parte de su vida en algún lugar del tercer mundo para vivir y morir con su gente. Como aquella pareja que después de uno de los conciertos terminó de encontrar los argumentos que le faltaban para decidirse a dedicar unos años a trabajar con los pobres de América Latina.
Y para que no nos olvidemos, al momento de regresar, el aeropuerto de Amsterdam estaba nuevamente cerrado por la nube que andaba de regreso de su paseo europeo, tuvimos que dar una vuelta por otros países y otras aerolíneas para poder volver al Perú antes que nos cogiera alguna ley anti inmigrantes, de esas que se paran inventando los países del "primer mundo" para evitar que los pobres lleguen junto con las riquezas provenientes de sus lugares de origen.
YNES, VICTORIA, KIKE, JAIME, EDUARDO
GRUPO SIEMBRA
En 1979, el 05 de Marzo decidimos formalmente conformarnos, después de barajar muchas propuestas de nombres, como
Nuestras primeras canciones ya eran muy coreadas como “Antes que te formaras”, “Señor de
Dios se encargó de llevarnos por pueblitos y lugares, para nosotros, insospechados, barrios y lugares donde aprendimos y bebimos de la sencillez de la entrega, de la común-unión de nuestra gente, a veces bastaba un espacio de tierra nada asfaltado, nada de micrófonos, sólo las inmensas ganas de contagiarnos esperanza entre la desesperanza, compromiso, cercanía y militancia ante los modelos esclavizantes que son la propuesta del sistema neo-liberal.
Los Festivales de Música cristiana se convierten en un nuevo desafío para el grupo, pues somos solicitados para cantar en los escenarios las canciones que normalmente acompañan los momentos de celebración de las comunidades cristianas, de esa manera, también debemos responder a anunciar al Dios de
Pero el grupo no sólo realiza conciertos, desde que comenzamos vinieron muy seguido las urgencias de realizar talleres de Canto y Celebración con Concierto de clausura incluidos, al inicio muy temerosos de la tremenda responsabilidad de asumir una pastoral desde el Canto. Los Talleres y Cursos se hacen con regularidad cada año, en diferentes partes del país y contribuyen a formar jóvenes dispuestos a gozar de la música como servidores y servidoras de sus comunidades, de Dios.
Creo que hemos aprendido a hacer un ejercicio de análisis permanente de nuestra realidad a la luz de la fe, y claro, primero teníamos que creérnoslo para poder contagiar todo esto a nuestros hermanos y hermanas de los distintos puntos del país. Así participamos de las ollas comunes, actos de solidaridad de nuestros barrios, encuentros con sindicalistas con el mismo lenguaje y entrega que lo hacíamos en las celebraciones litúrgicas, ordenaciones de sacerdotes y votos de religiosos y religiosas, las clausuras de los cursos de teología , etc.
Hemos vivido y seguimos bebiendo de los distintos caminos a los que nos lleva Dios siempre con esa ternura de madre, seduciéndonos para complicarnos la vida cada vez mas, pidiéndonos respuestas que muchas veces no las encontramos, al punto de haber tirado la toalla muchas veces, para, al siguiente día, seguir, a veces de su mano, otras en sus brazos, pero siempre a su lado, agradecidos por mostrarnos lo mas íntimo de su ser: a sus hijos e hijas en todas sus dimensiones, desde cada persona comprometida, laica, religiosa, excluida, sin voz, sin posibilidades de desarrollo humano, desde las violentadas, indiferentes, etc., para exigirnos respuestas coherentes de vida y de fe.
A los casi veintiocho años de trabajo desde el canto, creo que seguimos fieles al amor primero, tratando de despojarnos a menudo de cosas que vamos cargando en el camino, para no caer en la vanidad, la capacidad de dejarnos hablar al corazón, inmersos en un pueblo que clama verdad, justicia y reparación.
Queridas amigas:
A las 19:20 (hora de Lima) del Sábado 4 de Junio, el avión de Taca procedente de Caracas nos devolvía a nuestro Perú luego de una gira de 51 días por Europa.
Las maletas llenas de recuerdos, oliendo a nostalgia y cariño, una guitarra quebrada por la compañía aérea (que no quiso reconocer), un charango roto por nuestro trajín de tantos días, las cuerdas de las guitarras en el límite de su extensión, la quijada de burro que decidió quedarse –también quebrada en Alemania-, las energías nuestras gastando los últimos sorbitos que le quedaban fue nuestra llegada a Lima. Pero también llegamos con el corazón cargado de rostros, de cariño, de fraternidad, cansados pero felices, gastados pero satisfechos, con preguntas, con ganas de seguir en la chamba, con la misma fe pero con nuevos bríos. Y ¡cómo no! agradecidos a ustedes, tanta gente buena que nos acogió, que organizó, que estuvo con nosotros.
Barcelona, Martorell, Olesa, Esparreguera, Santa Coloma, San Andreu, Madrid, Guadalajara, L’Epine, Chalons, Epernay, Suippe, Paris, Stuttgart, Patonville, Hemingen, Saarwellingen, Saärbrucken, Trier, Schiffweiler, Basel, Le Choux de Fond, Lenzburg, Zürich, Sursee, Wabern, Lucerna, quedaron atrás. Conciertos en parroquias, ferias, municipios, encuentros con escolares, misas, encuentros con Grupos de Pastorales Juveniles, grupos de confirmación, con compatriotas de la Patria Grande, entrevistas en las radios, presencia en la TV, conversatorios con grupos interesados con nuestra realidad llenaron nuestra agenda en este viaje, y se llenaron también nuestras hambres con deliciosos almuerzos y comidas y conversación larga y tendida con un traguito, una galleta, un mucho de humor y fraternidad. ¡Hasta tuvimos tiempo de hinchar por el Barza!
Junto con todo el cariño y a pesar de haber viajado varias veces ya, no terminamos de sorprendernos de la realidad europea. ¡Son tantas cosas! Impresiona la ausencia de la gente joven, de los niños y niñas jugando por las calles, de los niños y niñas. Son tan poquitos y poquitas los y las que hay. En algunos países menos que en otros, se parece a un viernes santo de los pueblos de la sierra, (los niños y niñas desaparecidos y desaparecidas para no recibir el castigo de la “ayuda al Señor en su sufrimiento”). ¿Dónde están en esta Europa que tanto atrae? no hay que buscarlos porque muchos no hay. A esa parte del paisaje todavía no nos acostumbramos.
A pesar de haber viajado varias veces ya, tampoco terminamos de sorprendernos de la solidaridad de tantas personas como ustedes. Grupos preocupados por la situación de continentes a miles de kilómetros pero cuya presencia se deja sentir. El hambre, la pobreza, la marginación de mujeres y hombres en diversos lugares del planeta son sentidos como urgencias por personas solidarias con la suerte de la humanidad y del planeta. Es enternecedor el verlos cómo se movilizan, de maneras distintas a las nuestras pero con las mismas preocupaciones por hacer escuchar su voz, por forjar un mundo justo, eso nos renueva y nos anima, nos sentimos acompañados y acompañadas.
Cantamos y contamos sobre nuestro país y sobre nuestras desgracias, sobre nuestra tierra y sobre nuestras esperanzas, más de 60 conciertos, innumerables encuentros al calor de vuestra amistad y cariño, en el fuego del amor compartido más allá de las religiones, creyendo sobretodo en el buen Dios que quiere la vida por sobre todas las cosas y que le molesta las muchas y sofisticadas nuevas maneras de ir muriendo y acabando con su creación.
Fue rico el encontrarnos con tantos compatriotas no sólo peruanos, también bolivianos, ecuatorianos, chilenos, argentinos, venezolanos, colombianos, “uruguashos”, centroamericanos, que en nuestros conciertos podían reafirmar sus raíces, y cargar baterías en los trabajos colectivos que desarrollan: folklore, apoyo a sus países y desarrollar múltiples acciones de solidaridad y convivencia en tierras extrañas.
Inés se tuvo que volver antes para acompañar a su papá en sus últimos días y ahí, con ustedes estuvimos tantas veces en oración, en comunión, en un solo sentimiento, cercano a toda la familia, a la gran familia que hemos conformado.
Para todos y todas ustedes no tenemos palabras para expresarles nuestra gratitud, estamos de veras reconocidos y convencidos que no estamos solos, que el amor no se acaba, que siempre es posible otro mundo, todo eso lo hemos sentido con ustedes y eso se los debemos. Está demás decirlo, pero el cariño, la amistad y cercanía de todos y todas ustedes nos hicieron extrañar menos nuestros hogares. A algunos y algunas de ustedes recién conocíamos pero nos abrieron sus corazones para encontrar caminos comunes para el trabajo. Nos abrieron vuestras casas y sus intimidades para hacernos sentir “en casa”, para hacer más ligero nuestro viaje y nuestro trabajo. Ya tendremos ocasión de preparar y compartir un cevichito con su pisco peruano, –como tiene que ser!-.
No queremos decir sus nombres, porque nuestro corazón está algo arrugado y en algún pliegue profundo están los suyos, habrá algún otro momento, en cualquier lugar de nuestro cada vez más pequeño planeta donde nos volveremos a encontrar, seguramente alrededor de una mesa servida con cariño. Esperamos sea también en nuestra tierra.
Ustedes conocen a todas esas personas que ahora no escribimos porque no tenemos sus direcciones electrónicas, háganles llegar un pedacito de nuestro cariño agradecido.
Un gran abrazo, amigas, amigos.
YNES, PALOMA, JAIME, KIKE, EDUARDO
GRUPO SIEMBRA