9.3.15

EL APOYO A LOS PROYECTOS

Nos reciben siempre son sus caras alegres. Nos hacen saber que compartimos espacios comunes.

Han estado en Perú, en la mayoría de los casos, más de una vez. Tienen la relación de solidaridad con alguna parroquia peruana. Pertenecen a la Diócesis de Friburgo.

En algunos casos nos preguntan sobre las últimas cosas del país, otros están muy bien informados de la actualidad nacional. Algunos grupos están muy bien organizados, en otros unas cuántas personas, sobretodo mujeres, que son las que promueven la búsqueda de fondos para apoyar a la parroquia en Perú.

Los conciertos son parte de ese trabajo, están destinados a recolectar fondos para sus proyectos, con niños y niñas, con mujeres, con estudiantes, para levantar algún local comunal, parroquial, para programas de salud, nutricionales, etc. Han hecho propaganda, tienen cosas de Perú para vender, han puesto fotos, afiches, papelotes con información de los proyectos y la acción que están haciendo.

Cada noche es distinta, esta noche es para un espacio parroquial moqueguano, antes ha sido para parroquias de Lurín, de Arequipa, de Cajamarca.

Y la respuesta ha sido por demás linda. Como anoche. Al final de la misa, el concierto “de un grupo peruano que acompaña muchos años a las comunidades en el Perú”. No necesitamos decir nada de nosotros, nos conocen, saben lo que hacemos.

Y cantan con nosotros. Algunas canciones las han conocido en el Perú y las han llevado a sus parroquias alemanas. Esta vez los más emocionados somos nosotros. Cantamos a coro y voz partida, “Yo canto al Señor, mi Dios creador…”.

Dos pueblos, una sola voz. Dos pueblos, un solo sentimiento. Dos comunidades, un destino.

El aporte de la gente es generoso, los organizadores están contentos, nos dicen que la respuesta económica es una señal del gusto del concierto, que eso les abre nuevos caminos para su labor.

Nosotros felices, también desde acá hacemos patria, desde acá llegaremos indirectamente a algunas parroquias de nuestra patria.