CANTO A LA VIDA
"Disculpa hermano pero me puse a llorar,
sabiendo que Dios me miraba y me quería, aquí".
Estaba tranquilo, contento, algo ruborizado,
sus palabras trasmitían paz, alegría.
Habíamos terminado el concierto y varios de los internos del Penal Castro Castro se nos acercaron para conversar. El concierto fue parte del inmenso trabajo que los agentes pastorales hacen dentro de los penales. En este caso se trata del Proyecto "Celebrando la Vida" que con talleres, trabajos, conciertos, quiere apoyar a que los internos, jóvenes sobretodo, le encuentren un sentido a sus vidas, contando con la ayuda y presencia de un Dios que está cercano a ellos.
"Es la primera vez que estoy en una cosa así", seguía él, sorprendido.
"Canto a la Vida", fue el nombre del concierto para celebrar el amor de Dios que quiere que tengamos vida en abundancia. Se realizó en el auditorio de uno de los pabellones, con el apoyo de la capellanía, de los internos misioneros de cada unos de los pabellones, de los artistas (poetas y solistas), del coro de la capellanía. Estaba lleno de paciencias, de miradas algo sorprendidas, de búsquedas, también de silencios, de vidas que en medio del encierro andan en búsquedas.
"Nunca había sentido que Dios me buscaba, que me quería" seguía el interno, intentando explicar el calor que llevaba dentro.
Nosotros, igual de contentos, compartíamos su alegría.
Nunca el coro fue más hermoso ni más sentido,
"Yo canto al Señor, mi Dios creador...", ni más sonoro, cantado con el alma.
Al final, de regreso a casa, volvíamos en silencio, saboreando la intensidad de ese momento, sin darnos cuenta que volvíamos a nuestro encierro en las calles.
DON MODESTO
Sacó un papel blanco, le hizo unos dobleces en forma de rombo y con paciencia infinita comenzó a colocar encima pétalos de flores, las blancas para el lado derecho, las rojas para el lado izquierdo. Era sábado por la noche, era agosto.
Cada año, don Modesto viene a la ciudad del Cusco en el mes de Agosto. Es requerido para hacer pagos a la tierra, pagos que él sabe hacer porque desciende de don Pascual, el que fue el hombre sabio de la comunidad de Q´eros, al pie del Ausangate. Esta noche está haciendo el pago a la tierra para la hija de un amigo, ella ha venido a Cusco para celebrar su cumpleaños en Machu Picchu.
Don Modesto va cogiendo uno por uno todos los elementos necesarios para hacer el pago de la joven, los coloca
amorosamente: "este lado es para los Apus, por eso es blanco, el otro lado es para la Pachamama, por eso es rojo". Aquí se coloca cada elemento de acuerdo a quién pertenece. Ha visto en las hojas de coca la vida y comienza a preparar grupitos de 3 hojas, las mejores, y va poniéndolas alrededor, preparándolas. Le pide a quien va a hacer el pago que prepare varias de ellas, que seleccione las mejores hojas, que las ubique por tamaños, por colores. Luego nos invita a todos a compartirla, debemos chajchar y ofrecer a los demás un k´intu, las tres hojitas mejores de las que nos ha tocado.
Nosotros, siembreños, desde hace años trabajamos por cuidar el medio ambiente, nuestra conciencia ecológica ha ido creciendo a medida que vamos avanzando el trabajo, pero no hemos hecho un disco completo dedicado al tema, como es nuestro deseo, porque sentimos que nos falta aprender mucho todavía. Ahora estamos embebidos en la ceremonia, siguiendo religiosa y respetuosamente las indicaciones que nos va dando este hombre sencillo, que sin pausas pero con fervor nos conduce a dar gracias a la tierra. Dos noches antes, en medio de una conversación iluminadora nos comentaba: "allá no tenemos posta, ni oficinas de nada, no hay nada, sólo la tierra y ella nos da la salud, el trabajo, la comida, la familia, todo, sólo la tenemos a ella". Ahí comenzaron nuestras inquietudes.
¿Qué cosas tenemos nosotros y cómo nos relacionamos con ellas? ¿Sobre qué están basadas nuestras relaciones y de qué manera ellas nos construyen? Vivir en las ciudades nos configura de una manera ajena a los demás, a veces a nosotros mismos, y por supuesto, ajenos a la naturaleza. Si trasladamos las palabras de don Modesto, ¿qué nos da la salud, el trabajo, la familia?, aquí tenemos muchas cosas, y en muchas de ellas es el dinero el que nos provee de todo. Aún el conocimiento debe convertirse en dinero para que "nos sirva de algo" y eso es lo que no siempre tenemos, los pobres no tienen, entonces... ¿qué es todo lo que tenemos las personas que habitamos las ciudades?.
Ahora don Modesto está terminando de colocar todas las cosas para la ofrenda, agradece profundamente cada k´intu que alguno de nosotros le ofrece, se siente halagado y aprovecha el tiempo para provocar la conversación, para saber algo más de quien le ha pedido hacer el pago. Nuestro silencio es testigo de cómo nos sentimos, él nos va llevando de a pocos a pensar en nuestras vidas, nuestros proyectos, intentos, sueños, en nuestras familias, en nosotros mismos. ¿Alguien dijo retiro?
Con un poco de Pisco para los Apus y un poco de vino para la Pachamama está terminando de preparar la ofrenda. Las hojas de coca agrupadas son ocasión para pedir y ofrecer algo por alguien. Don Modesto pide a que la joven haga una petición por cada persona de su familia.
La familia es un don preciado en la cultura quechua, no se entiende a una persona sola, las desavenencias familiares debes ser subsanadas de inmediato. La falta mayor, la de más gravedad es ofender a alguien de tu familia, por eso pedir por cada miembro es absolutamente necesario: pide por tu papá, por tu mamá, ahora por cada uno de tus hermanos y hermanas. Y claro, ¿cómo podrías darle gracias a la tierra si tienes problemas en familia, si tu familia no está bien? Si ella no funciona, ¿será que te has alejado de la tierra?, porque tu familia viene de la tierra.
Ahora ya no sólo estamos inquietos sino desbaratados en muchas de nuestras seguridades. Acogiendo el k´intu ofrecido por el papá comienza a invocar a los Apus y a la tierra de los Q´eros: Apu Ausangate, Apu Salkantay, a las qochas (lagunas), a toda la naturaleza, y entonces nos suelta la pregunta: "¿cómo se llaman los Apus de Lima, donde viven ustedes"?. Silencio. Vergüenza.
Caemos en la cuenta lo que son los cerros para nosotros habitantes de ciudades, son sólo cerros, no tienen nombre conocido por nosotros. No son ni Apus, ni nada, son sólo eso: cerros. ¿Qué representan en la cultura occidental y cristiana?, las costumbres urbanas no nos permiten pensar en la tierra, en la naturaleza, bastante ya tenemos con sobrevivir en esta selva sin nombres. Hemos avanzado en cuidar la tierra, lo que significa no dañarla (no botes plásticos, no la contamines, no malgastes el agua, etc.). Esta noche el cuestionamiento es aparentemente inofensivo pero desnuda nuestra pequeñez. La relación con la naturaleza, con la tierra, con el medio ambiente parte por concederle el status que le corresponde, más aún desde nuestra fe católica: es creación del mismo creador y es la morada a la que pertenecemos, hemos salido de ella y a ella volveremos: "recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás". Por tanto, cuánto es que la conoces, ¿te duele lo que le pasa?, o simplemente, la has sometido. ¿Qué te dice tu conciencia, es algo para cuidar o es alguien con quién establecer armonía?.
Y para terminar esta parte de las peticiones, viene nuestra sorpresa aún mayor: "y Ahora vamos a pedirle a quien ha hecho todo esto para que reciba nuestro pedido" y muy religiosamente don Modesto comienza a rezar el Padre Nuestro y nos pide que le acompañemos.
El presidente García hablaba de animismos inútiles para fundamentar su deseo de "hacer pagos", agradecer, a las empresas para que exploten todas las riquezas "porque sino no tiene ningún valor" y con ese argumento justificó la masacre de Bagua. Una autoridad religiosa hablaba de inculturación del evangelio recitando en latín y pidiendo cantar en gregoriano, ¿qué dirían ahora?.
Don modesto sigue concentrado en que todo termine bien.
Vamos a terminar la ceremonia, hay que ofrecerla a la tierra, hay que quemarla y esperar a que la tierra la acepte. La tierra, esta noche, ha sido generosa una vez más, la ha recibido "bonito". Don Modesto está contento, nosotros todavía seguimos orando, meditando, asombrados, iluminados.
¿Cómo se llaman tus cerros, tus lagunas, tus ríos?
3.9.12
3.6.12
CANTANDO EN TIEMPOS PASCUALES
El frío de las cinco de la mañana, con la llovizna fuerte y
el otoño en marcha era la bienvenida que Lima nos había preparado al regresar
de nuestra gira europea 2012. Veníamos
con el corazón caliente como para capear el temporal porque habíamos tenido
encuentros demasiado buenos, intensos y
con la satisfacción de la tarea cumplida con las comunidades y grupos que nos
tocó compartir.
La gran novedad en éstas tres semanas europeas fue Polonia:
Wroslaw y Cracovia, una realidad nueva, desconocida para nosotros y que nos
llenó de amistad, alegría y calor. Como
siempre, el idioma no fue problema en los conciertos por la caridad de amigos
que siempre pensaron en una persona encargada de la traducción, así que la música
y las canciones hicieron su tarea, terminamos hermanados, unidos en fe, en
propósitos comunes, en los ojos abiertos a la novedad, a la gratuidad. Dos
conciertos muy emotivos, cargados de fe, de comunión, de alegría. Muchos polacos y polacas estaban extrañados
por estos “civiles” que podían hablar de Dios de esa manera, por lo que
contábamos del Perú, por lo que compartíamos sobre las comunidades
cristianas. Hubo tiempo, además, de
tener encuentros y celebraciones con diferentes grupos y comunidades con
quienes nos nutrimos mutuamente.
Impresiona en Polonia su historia y la memoria presente en
las personas. Un país que recién en los
40´s recuperó su independencia luego de ser anexado todo el tiempo por sus
vecinos. Impresiona el rol de la Iglesia
Católica para mantener la memoria, la unidad y ser el punto de resistencia
frente a las invasiones. Por eso la
tremenda autoridad que tiene, por eso también la cantidad de jóvenes
interesados e interesadas en seguir al pobre de Nazareth desde la vida
religiosa.
Y si hasta ahora habíamos aprendido a reconocer algunos
sonidos y palabras en las otras lenguas europeas (las del oeste), ahora sí que
estábamos en desamparo total, el polaco es una de las lenguas eslavas del
centro de Asia con la que nada nos une (con la raíz latina), hagan la prueba de
leer este nombre: Jedrzychowice. Además Cracovia es la ciudad de Juan Pablo II, recorrer los
lugares por donde anduvo, donde formó su vocación, donde ejerció su ministerio,
en fin, muchas cosas en la ciudad nos lo recordaban y en la memoria del pueblo
polaco está más que presente.
Antes habíamos estado en Suiza y Alemania compartiendo
conciertos y presentaciones y acciones tal como lo hacemos en nuestra
tierra. Un concierto de lo más lindo con
el coro latinoamericano de Friburgo para recaudar fondos para una comunidad en
Huanta destrozada por las lluvias y el huayco del verano, la noche fue
sencillamente espectacular. El coro
formado por alemanes y alemanas que le cogieron el swing a la música
latinoamericana y lo hacen con hermosura y sencillez, ellos se encargaron de la
primera parte y nosotros de la segunda, por generosidad suya terminamos
cantando juntos una canción del grupo que la tienen incorporada en su
repertorio. Una pena no tener el registro visual de ello porque fue muy lindo,
queda en las retinas y los corazones de quienes gozaron la noche. Por supuesto
que la generosidad de los asistentes no se hizo esperar y aportaron a esta
causa que la dirige el párroco huantino.
Fue una alegría enorme el volver a encontrarnos con grupos
de solidaridad con el Perú, todo el trabajo que hacen para que la justicia y la
paz se vayan construyendo en nuestro país. Informados y preocupados por la
situación de la minería, con acciones para sensibilizar a sus paisanos sobre la
problemática nacional. La fiesta de la
Partnerschaft por los 25 años del hermanamiento de la Diócesis de Friburgo y la
gran fiesta de la Iglesia Católica alemana –el Katholikentag- nos permitieron
encontrarnos con personas de buena voluntad que a partir de su fe van construyendo
iglesia, van construyendo pueblo. Gente
que quiere comprometer su vida en la causa de la gente a partir de su fe.
Tuvimos tiempo de ver algunas cosas y compararlas con
nuestra realidad y quedarnos alelados con lo que encontramos. Resulta que en el Perú son más caros varios
de los electrodomésticos y aparatos electrónicos. Pagamos por la gasolina casi lo mismo que los
suizos –que es el país más caro de europa-, que alquilar un departamento en
Lima puede ser más caro que en alguna ciudad alemana y por supuesto mucho más
que en Polonia…, en fin, parece que llegamos al primer mundo a nivel de
precios, solamente nos falta un detalle, un trabajador o trabajadora de estos
países gana 4, 5, 8 veces más que un sufrido connacional. ¿Cómo se explica esto? y lo principal, ¿cómo
lo permiten nuestros gobiernos? La
comunicación es harto más barata (TV, TF, y el Internet que es muchísimo más
rápido que lo que los chapetones nos venden por acá).
Estuvimos en Francia un día antes del triunfo de Hollande,
hay cansancio con el modelo y la economía neoliberal, hay también esperanza que
las cosas puedan ser diferentes, ojalá no le ocurra lo mismo que a nuestro
presidente, que rápidamente se dejó ¿secuestrar, comprar? por los poderes
fácticos de siempre y olvidó todo su programa.
A ver si el presidente se mira un poquito en lo que va pasando en el
mundo donde ya se siente el cansancio de un modelo que solo produce pobreza y
exclusión y en varios países se va mirando hacia modelos alternativos. Que no esperemos que eso se instale en el
mundo para recién hacerlo acá cuando todo ya esté perdido y la violencia y los
violentistas tengan habilitado su terreno.
Esta gira fue diferente por muchas cosas, en el Grupo
Siembra estamos viviendo un tiempo especial, son 33 años y no hemos querido
dejarlos pasar así nomás. Para nosotros
es el tiempo de la plenitud de la vida, de la esperanza, de la fe, porque así
nos lo mostró el moreno de Nazareth. Por
eso lo vivimos pensando en la Pascua que estamos atravesando, dedicados a
realizarnos plenamente en el servicio que brindamos a nuestra comunidad, a
nuestro pueblo intentado ser cada vez más y más cercanos con los y las
preferidas del Dios que nos ama: los pobres.
Y así lo vivimos, los tres que conformamos ahora el grupo,
recibiendo los halagos y el cariño que se regala a los artistas, y la gratitud
por el trabajo, el mensaje y el testimonio que compartimos en cada
concierto. Cuando las luces se apagaban
teníamos el tiempo suficiente para reunirnos y saborear la jornada, agradecer
al Dios que nos había convocado y preguntándonos el por qué de tanta
generosidad suya para con nosotros. Sin tener las respuestas disfrutábamos el
sentirnos, por momentos, cerquita de su corazón: en el concierto en el hospital
de Saaarbrucken donde contamos con un invitado especial, en el Marianschule, en
la catedral, en la Basílica de San Francisco.
Espacios de gratuidad pura, de cercanía, de presencia de Dios.
Como siempre, es un riesgo decir nombres porque siempre nos
falta alguno, pero a todos los amigos y amigas que hicieron posible esta gira
va nuestra gratitud enorme, sincera, sin fin.
¡Gracias por permitirnos ser parte de un trocito de sus vidas!
16.3.12
UN FIN DE SEMANA EN CUSCO
"Cómo no darle GRACIAS a nuestro Dios que nos brinda tantas maravillas sin nosotros pedírselo".
El fin de semana anterior (10 de marzo) tuvimos la gracia y dicha de celebrar con más de 800 catequistas venidos de todos los decanatos de Cusco el JUBILEO DE LOS CATEQUISTAS en el marco del Jubileo de la Arquidiócesis del Cusco.
Una celebración preparada con anticipación, con participación plena de catequistas y sacerdotes comprometidos con la evangelización y la transformación de su pueblo para que sea una tierra donde la verdad, la justicia y la paz del evangelio puedan ser una realidad. La responsable de la Catequesis y Biblia de la Arquidiócesis, la Hna. Mariveld (de las Carmelitas) y Carolina (su brazo derecho, e izquierdo también) tuvieron la feliz idea -para nosotros- de hacernos parte de su fiesta.
Una celebración sentida, profunda, vívida, llena de simbolismos, de alegría, de pan compartido, nos envolvieron para celebrar a nuestro Dios, presente en la fiesta, renovando el compromiso de hacer las cosas nuevas, como es el espíritu del Jubileo. "El espíritu del Señor está sobre mí..." comienza la profecía dicha por Jesús para iniciar su camino, y así comenzaron los y las catequistas para continuar con el suyo, al final -al igual que Jesús- terminaron profesando: "Esta profecía se cumple hoy". Fue voz que resonó en el Auditorio y sus alrededores sellando el compromiso de los catequistas.
Y para terminar la fiesta, venciendo la lluvia fastidiosa, salimos hacia la Catedral para celebrar la Eucaristía con el Arzobispo y el clero cusqueño este gran Jubileo. Para el Grupo Siembra fue lindo compartir con el Coro Arquidiocesano el acompañar con las canciones esta celebración.
Una celebración preparada con anticipación, con participación plena de catequistas y sacerdotes comprometidos con la evangelización y la transformación de su pueblo para que sea una tierra donde la verdad, la justicia y la paz del evangelio puedan ser una realidad. La responsable de la Catequesis y Biblia de la Arquidiócesis, la Hna. Mariveld (de las Carmelitas) y Carolina (su brazo derecho, e izquierdo también) tuvieron la feliz idea -para nosotros- de hacernos parte de su fiesta.
Una celebración sentida, profunda, vívida, llena de simbolismos, de alegría, de pan compartido, nos envolvieron para celebrar a nuestro Dios, presente en la fiesta, renovando el compromiso de hacer las cosas nuevas, como es el espíritu del Jubileo. "El espíritu del Señor está sobre mí..." comienza la profecía dicha por Jesús para iniciar su camino, y así comenzaron los y las catequistas para continuar con el suyo, al final -al igual que Jesús- terminaron profesando: "Esta profecía se cumple hoy". Fue voz que resonó en el Auditorio y sus alrededores sellando el compromiso de los catequistas.
Y para terminar la fiesta, venciendo la lluvia fastidiosa, salimos hacia la Catedral para celebrar la Eucaristía con el Arzobispo y el clero cusqueño este gran Jubileo. Para el Grupo Siembra fue lindo compartir con el Coro Arquidiocesano el acompañar con las canciones esta celebración.
La alegría y la emoción fueron dobles, pues Gilmer Torres, gran compositor y compañero de grupo desde sus inicios (algunos diríamos que fue el culpable) fue parte de este viaje; fue emocionante cantar juntos con todos los catequistas "Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre...", muchos de ellos no sabían quién había hecho la canción que cantaban toda la vida y que tenía que ver con su vocación. Y si fuera poco, para que todo sonara bien y completo, un amigo de siempre Leonardo Varela, gran músico e integrante de Pachamerica nos acompañó en la aventura.
Gracias amigos, amigas, catequistas, compañeros y compañeras de camino, de luz, de fe.
Gracias amigos, amigas, catequistas, compañeros y compañeras de camino, de luz, de fe.
Pronto estaremos con más noticias pues estamos por celebrar nuestro 33vo Aniversario y esperamos hacerlo a lo grande.
15.3.12
LA ESPERANZA VIENE DEL SUR
LA ESPERANZA VIENE DEL SUR
Con reverencia, unción, fe y esperanza nos fuimos acercando a cada uno de los lugares donde yacían los restos de nuestros obispos. Era sábado, muy temprano, iniciamos la peregrinación en el lugar donde se inmoló Mons. Alberto, Obispo de Juli, en la carretera a Desaguadero. El sol iluminaba nuestras vidas a esa hora de la mañana, el frío nos abrigaba en la altipampa.
Éramos unas 60 personas, mayorcitas, pero también jovencitas, creyentes que llevamos en la memoria a nuestros pastores. Algunas no los conocieron personalmente pero caminan por las sendas que ellos abrieron y se sienten seguras.
Luego en la catedral de Puno junto a la tumba de los obispos buenos, Julio y Mateo. Seguimos a Ayaviri a rezar en la tumba de Lucho y Luciano, obispos amigos, Lucho muerto en accidente también. Finalmente llegamos a Sicuani, la tierra de Albano, el defensor de los DDHH, también fallecido, para juntos celebrar la vida y dar gracias a Dios por haber puesto en el sur andino a gente buena que quería vivir su fe y anunciar la verdad con su vida. (Es difícil no recordar a Mons. Lucho Vallejo enfundado en su poncho y su chalina caminando las calles del Cusco, compartiendo su amistad y cariño con los transeúntes)
Han pasado unas semanas que dejamos el Sur, tiempo como para aquilatar la experiencia, para saborearla, degustarla y sacarle provecho. Para darnos cuenta del país que tenemos, de la fe que nos une, de la esperanza que debemos construir conjuntamente.
Puno, Juliaca, Sicuani, Andahuaylillas, Cusco nos acogieron, cantamos juntos, celebramos juntos, nos enseñaron. Aprendimos a que la esperanza es movilizadora, que en las condiciones más duras es posible, es necesario celebrar la vida. Las condiciones de vida en nuestros pueblos fuera de las ciudades son duras, en la sierra más (y eso que no hablamos de la selva), pero la fe no se agota, quizá en momentos se cansa el amor, pero queda la esperanza: a pesar de los pastores, a pesar de las duras condiciones de vida: injusticia, inequidad, a pesar de las riquezas fáciles, de la violencia del dinero, de la corrupción, queda la esperanza y la esperanza anima, alienta, construye, te marca un camino, una luz, quizá débil, pero luz al fin.
Momentos especiales para cantar con agente pastorales con larga experiencia las canciones con “las que comenzamos y hace tanto que no lo hacíamos” o para compartir con la sangre nueva estas canciones que nos hablan de nuestra vida “¿por qué no las conocimos antes?, por favor ¿tienen face, están en youtube, las tienen en MP3?, etc, etc, etc”.
Celebrar la vida, celebrar a Dios, celebrar con Dios presente en su pueblo, la Confirma en Andahuaylillas, con jóvenes de Huaro, Urcos y Andahuaylillas, cantando juntos, en una voz dirigida al Padre Bueno que nos miraba con cariño escuchando a sus hijos e hijas reunidas en su nombre, decididas a comprometerse y hacer aún más linda su tierra para que todos y todas puedan vivir en paz.
La gira terminó con el concierto en el Templo de La Compañía en Cusco, ¿se puede pedir algo más? (sí que somos vanidosos). Primer concierto de música cristiana popular que se hizo en toda la historia de La Compañía, todo el arte barroco acompañando las canciones y melodías siembreñas. Podemos asegurar que vimos a Dios ¡bailar la morenada!, y salir todos con ganas de meter la vida en las entrañas de la tierra y su gente. ¡Cuántos testimonios, cuánta experiencia, cuánta riqueza!.
Después de haber vivido gozosamente ese regalo de nuestro pueblo, estamos convencidos que una patria nueva es posible, mientras miremos al sur, a los pobres y sus ganas de hacer todo nuevo, tendremos esperanza.
Con reverencia, unción, fe y esperanza nos fuimos acercando a cada uno de los lugares donde yacían los restos de nuestros obispos. Era sábado, muy temprano, iniciamos la peregrinación en el lugar donde se inmoló Mons. Alberto, Obispo de Juli, en la carretera a Desaguadero. El sol iluminaba nuestras vidas a esa hora de la mañana, el frío nos abrigaba en la altipampa.
Éramos unas 60 personas, mayorcitas, pero también jovencitas, creyentes que llevamos en la memoria a nuestros pastores. Algunas no los conocieron personalmente pero caminan por las sendas que ellos abrieron y se sienten seguras.
Luego en la catedral de Puno junto a la tumba de los obispos buenos, Julio y Mateo. Seguimos a Ayaviri a rezar en la tumba de Lucho y Luciano, obispos amigos, Lucho muerto en accidente también. Finalmente llegamos a Sicuani, la tierra de Albano, el defensor de los DDHH, también fallecido, para juntos celebrar la vida y dar gracias a Dios por haber puesto en el sur andino a gente buena que quería vivir su fe y anunciar la verdad con su vida. (Es difícil no recordar a Mons. Lucho Vallejo enfundado en su poncho y su chalina caminando las calles del Cusco, compartiendo su amistad y cariño con los transeúntes)
Han pasado unas semanas que dejamos el Sur, tiempo como para aquilatar la experiencia, para saborearla, degustarla y sacarle provecho. Para darnos cuenta del país que tenemos, de la fe que nos une, de la esperanza que debemos construir conjuntamente.
Puno, Juliaca, Sicuani, Andahuaylillas, Cusco nos acogieron, cantamos juntos, celebramos juntos, nos enseñaron. Aprendimos a que la esperanza es movilizadora, que en las condiciones más duras es posible, es necesario celebrar la vida. Las condiciones de vida en nuestros pueblos fuera de las ciudades son duras, en la sierra más (y eso que no hablamos de la selva), pero la fe no se agota, quizá en momentos se cansa el amor, pero queda la esperanza: a pesar de los pastores, a pesar de las duras condiciones de vida: injusticia, inequidad, a pesar de las riquezas fáciles, de la violencia del dinero, de la corrupción, queda la esperanza y la esperanza anima, alienta, construye, te marca un camino, una luz, quizá débil, pero luz al fin.
Momentos especiales para cantar con agente pastorales con larga experiencia las canciones con “las que comenzamos y hace tanto que no lo hacíamos” o para compartir con la sangre nueva estas canciones que nos hablan de nuestra vida “¿por qué no las conocimos antes?, por favor ¿tienen face, están en youtube, las tienen en MP3?, etc, etc, etc”.
Celebrar la vida, celebrar a Dios, celebrar con Dios presente en su pueblo, la Confirma en Andahuaylillas, con jóvenes de Huaro, Urcos y Andahuaylillas, cantando juntos, en una voz dirigida al Padre Bueno que nos miraba con cariño escuchando a sus hijos e hijas reunidas en su nombre, decididas a comprometerse y hacer aún más linda su tierra para que todos y todas puedan vivir en paz.
La gira terminó con el concierto en el Templo de La Compañía en Cusco, ¿se puede pedir algo más? (sí que somos vanidosos). Primer concierto de música cristiana popular que se hizo en toda la historia de La Compañía, todo el arte barroco acompañando las canciones y melodías siembreñas. Podemos asegurar que vimos a Dios ¡bailar la morenada!, y salir todos con ganas de meter la vida en las entrañas de la tierra y su gente. ¡Cuántos testimonios, cuánta experiencia, cuánta riqueza!.
Después de haber vivido gozosamente ese regalo de nuestro pueblo, estamos convencidos que una patria nueva es posible, mientras miremos al sur, a los pobres y sus ganas de hacer todo nuevo, tendremos esperanza.
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